
Por su parte, Hugo tenía una amplia red asistencial activada. Su imagen de padre ejemplar lo validaba para obtener fuentes laborales, subsidios asistenciales, alimentación, vestuario, educación. Nadie lo cuestionaba e incluso obtenía algunas condecoraciones por ejercer tan bien su rol.
Cuando conocí a Mónica me sorprendió por lo alta, delgada y grandes ojos negros en una tez morena. Me habían hablado tanto de la "loca" que vivía en su hogar con las cuatro niñitas, que los pre-juicios eran inevitables... Ella me invitó a pasar, y me hablaba rápidamente, como si el tiempo fuera a acabar en ese mismo instante, como si no quedara nada para ser sorprendida. Me habló de su vida, de su matrimonio, de las estadías en el psiquiátrico. De que se mantenía en control, que estaba compensada. Me mostró sus pastillas y me habló de cuán sola se sentía en el mundo, cómo se sentía con las miradas y los comentarios de los vecinos, cómo ella quería huir de todo eso y poder ser feliz.
Los encuentros con Mónica eran pocos. Especialmente porque Hugo estaba presente y la relegaba a su dormitorio, a su cama. O simplemente por sus constantes huídas. Un día llegué en una fecha no acordada, para encontrarla. Estaba sola, sus hijas estaban en el colegio, y encerrada con candado. La reja de madera que nos distanciaba me permitió ver lo que sospechaba. Mónica era víctima de violencia doméstica, era fuertemente golpeada por Hugo, abusada sexualmente, y sistemáticamente violentada en lo psicológico. Sus ojos reflejaban el miedo y la desesperanza...
La imagen de padre y esposo ejemplar tan bien montada y que hasta yo misma algunas veces compré, se desmoronaba con una simple y compleja evidencia. ¿qué hacer entonces? Buscar redes, denunciar. Dado el perfil psiquiátrico de la joven, no obtuvimos una respuesta positiva. Sus antecedentes hacían pensar que provocaría conflictos en las dinámicas de las casas de acogida, y su familia, no quería recibirla. Pese a que el Hospital psiquiátrico estaba dispuesto a desarrollar una intervención para el manejo domiciliario. Pese a que los fármacos le permitían tener una vida "normal".
Pero otro problema venía para esta familia. Una de sus hijas padecía leucemia, por lo que la atención de todos los integrantes fue hacia el tratamiento de ésta. Mónica asumió activamente el cuidado, y el equipo tratante de su hija la validó en este rol. Un día la niña llega con señales de maltrato y abuso, por lo que el equipo tratante comienza a recopilar antecedentes en la red. Todos concordaban en la percepcion de que Hugo no sería el agresor, fundamentado en los antecedentes que manejaban en el cuidado de sus cuatro hijas. Cuado me tocó entregar mi versión, mencioné el abuso y violencia contra Mónica y la parentalización de sus hijas, por lo que creía que era necesario profundizar en la investigación. Los peritajes arrojaron que había abuso con sus hijas mayores, y maltrato sistemático a las dos menores. Todo oculto en las paredes de la vivienda. Todo invisibilizado por los vecinos.
El matrimonio pierde la custodia de sus niñas, siendo éstas destinadas a sistemas de colocación familiar y hogares de protección. Posterior a ello, Mónica se mantiene en el hogar, no tiene donde ir. A pocos meses, desaparece nuevamente. No era extraño. Una vez más huía. Pero esta vez no regresaba. Hugo estampó la denuncia de presunta desgracia y muchas fotos de Mónica plagaban las paredes de la ciudad. Mónica no llegó a buscar sus fármacos como siempre lo hacía, aún estando fuera de su hogar. Semanas, meses, las preguntas fueron disipándose. Hasta que la madre de la joven denuncia una sospecha: su hija estaría en el patio de la vivienda, habría sido asesinada por su marido.
Investigaciones entró al hogar un día de Invierno. Encontraron el cuerpo de Mónica, incompleto, ya que había sido reducido por su esposo para ser enterrada. Hugo había abandonado el hogar en búsqueda de trabajo, sin que las investigaciones por el abuso de sus hijas obtuvieran resultados.
De pronto, Mónica ya no era invisible. El horror extremo hizo que traspasara el umbral. Demasiado tarde para ella.
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