21 de septiembre de 2006
El calendario marca mes 9 y uno ya se planifica con los festivos. Un viaje, un descanso, un carrete o más de uno, un paseo o una buena siesta. Con lo trabajólicos y trabajólicas que somos, nunca nos viene mal un día o varios para el merecido ocio...

Sin embargo, Septiembre es un mes marcado de rojo en nuestra historia, y cada año, de una semana a otra, pasamos de golpe, a ver imágenes opuestas. Por las manifestaciones del 11 de Septiembre, vimos en la tele una imagen por decir lo menos brutal: La Moneda en llamas. Sin haber vivido directamente la fecha, ya que nací algunos años después, me dí cuenta que la herida de haber nacido en Dictadura con sus respectivos coletazos, aún sangra, y bastante...

Los psicólogos con los que trabajo, hablan siempre del duelo, entendiéndolo como un proceso para superar hechos traumáticos y tensos. Nuestra vida está plagada de éstos, de pérdidas y de la forma en que las superamos o nos vamos quedando pegados. Como país, la permanente negación comunicacional, y la misma celeridad en que nos sumergimos en el día a día, nos lleva a bloquear las vivencias, los dolores, las críticas. A la semana siguiente del 11, el centro de la noticia nos traslada a la fonda, al jolgorio, al aguinaldo, al asado, todos como distintas manifestaciones de símbolos del consumo imperante impuesto por la dictadura.

Que no se mal entienda. No hablo de no celebrar. Quisiera al menos por un rato avanzar, pero a través de la conciencia histórica y de atrevernos a construir sueños. De pensar un país, una sociedad, un sistema político, pensarnos como sociedad civil y no sumirnos en las rutinas individualistas de siempre. Me obsesiona la idea de que, seguimos siendo un país intolerante que incuba peligrosamente manifestaciones fóbicas, de intransigencia sin igual. Quizás la globalización y nuestra maquillada gobernabilidad, nos indiquen que un nuevo golpe de Estado es poco factible, pero vamos!!! en Chile se asesinó sistemáticamente por disentir, y aún hay gérmenes que apagan los disensos propios de nuestras sociedades, sin mayores cuestionamientos. Los dónde están es parte de un pasado? o puede repetirse?

Y el país eres tú, soy yo, mi hijo, mis amigos y amigas, mis vecinos y vecinas y cada uno de los quince millones de chilenos y chilenas que poblamos este territorio. Asumir el duelo de Septiembre y avanzar, para mí implica hacernos cargo de lo que nos toca a cada uno... Y que el nunca más no sean palabrerías, y nos atrevamos a hacerlo posible de verdad... El problema es que yo aún no encuentro mi vía... pero quiero dialogar respecto a aquello...
 
Lo dijo Violeta z a eso de las 7:11 a. m. | 0 palabras, frases, fragmentos