20 de junio de 2007


Sí. Fue mi primera pega como profesional. Fui apoyo familiar del Programa "Puente entre la familia y sus derechos" en Valparaíso. Trabajé tres años media jornada recorriendo cerros y descubriendo el significado literal de la "punta del cerro" y la "cresta de la loma". Subí y bajé escaleras, crucé quebradas inimaginables, llegué a rincones que no pensé podían habitarse. Fui asistencialista como precisamente me enseñaron en la Escuela NO DEBÍA SER y entregué frazadas, sopas y leche. Comencé con 16 familias, y terminé con 110, colon irritable, úlcera y demases males de la "Neuro histeria", como decían algunas de mis viejis. Me doblé el pie un par de veces, me caí de bruces otras tantas, y me volví a parar. En los tres años no paré de buscar una pega alternativa, lo que resultó por insistencia. Formé parte de un equipo de 32 jóvenes que dejábamos las patas en la calle y de vez en cuando entrábamos en engorda, porque en las extensas jornadas laborales no faltaba la familia que te daba el gigante plato de garbanzos con rari Cola.

Sí. Sufría con las lluvias porque significaba que las familias colapsaban y tenía que correr a darles una aspirina, pero especialmente porque conocía a los rostros tras la cifra, a los niños y las niñas, a las jefas de hogar y a los hombres que vivían con un ingreso per cápita de $20.000 mensuales, o incluso menos. Porque compartía con ellos, entraba a sus hogares, conocía sus historias, y sus sueños. Y yo no tenía nada que ofrecerles, y me sentía podrida, porque era la cara del Programa Estrella de Ricardo lagos, con el que superaría la extrema pobreza, el mismo que le presentaba a Lula cuando lo llevaba a terreno, el que exponía en las cumbres de desarrollo social, mostrando cifras de éxito, con un modelo de intervención replicable en otras partes del globo. Y yo, veía que este modelito con suerte tenía resultados positivos en un diez por ciento de las familias.

Pero debo decir también, que me movilizaba la idea de salir de la oficina, y llegar a terreno, de pasar de la visión de beneficio a derechos, el derecho de vivir mejor, de acceder a trabajo estable, etc. Y aún recuerdo a Marina, Tato, Franchesca, Marisol, Pamela y tantas otras mujeres que con fuerza y y perseverancia sacan adelante a sus numerosas familias, enfrentan el día a día y sueñan un futuro mejor. Los aprendizajes construidos, las risas, los abrazos, el afecto, y tantas cosas inolvidables... En el 2005, tomé mis lápices, mi mochila, y mis cosas, y dejé atrás ese trabajo para un futuro laboral distinto, dejando parte de mí y de mi historia en ese equipo, con esas familias... en esas calles. Y aún cuando me encuentro con las familias, un fuerte abrazo me muestra que el tiempo y la distancia no borran todo lo vivido, lo compartido y lo entregado... Al fin y al cabo, valió la pena...

 
Lo dijo Violeta z a eso de las 12:53 p. m. |


7 Tatúan sus reflexiones


At 7:01 p. m., Blogger Shadow

tu satisfacción lo dice todo. Nadie podría condenar.

Saludos

 

At 12:33 a. m., Blogger @slz_

quedaste loca, quedaste enferma.pero pa callao. el puente pudo haber sido el de loncomilla

 

At 4:04 p. m., Blogger AKS

Y quién dice que no lo fue? Si hay algo que Lagos hace como las huevas, son los puentes. Qué le interesa a él Marina, Tato, Franchesca, Marisol y Pamela. La idea es que los números cuadren y arrojen azul.

Te felicito, Violeta. No todos podemos decir que hemos hecho algo por el prójimo que gana 20 lucas mensuales. Y otro tanto, la gran mayoría, ni siquiera sabe que esa gente existe.

Saludos.

 

At 4:57 p. m., Blogger bajamar

Sabes qué violeta, tengo sentimientos encontrados con el tema...por un lado si uno se remonta a los años de trabajo comunitario, la animación comunitaria, se le parece bastante a esa metodología del monitor...por otro lado soy una convencida de que en todo orden de cosas los logros tienen que ver en un alto porcentaje con la vinculación que se produzca y con qué tan significativa pueda resultar la influencia positiva de una persona animando, empujando, informando, posicionando a otra y de alguna experiencia determinante, y creo, que cuando se tiene una desesperanza extrema, eso puede marcar la diferencia, no sólo en lo relativo al manoseado tema de la pobreza...
Pero por otro lado creo que la estructura de los programas sociales en Chile debiese perfeccionarse totalmente y desburocratizarse.. y eso es lo que a mi me indigna, esa incapacidad de decir desde el oficialismo, esto está mal debemos arreglarlo, llamar a las instituciones a ponerse en regla, a capacitar a su gente, exijir hacer las cosas en serio y con profesionalismo, poner el grito en el cielo, así como lo hacen con sus temas políticos y de alianzas para llamar a terreno a sus paisanos...no sé algo así en vez de ese eterno, bueno miremos lo positivo y bla bla bla...

Pero insisto en que la idea en escencia no es mala, y no debiese acercarse al asistencialismo, el problema es a quienes ponen en terreno (crucial), en cuanto asignan de recursos (determinante), en operacionalizarla y buf da para largo...

Por este lado, te felicito, una por la preseverancia, dos por salir y trabajar altiro :O, y tres por la experiencia ganada

un abrazo

 

At 10:36 a. m., Blogger Manuel

Uyyyy.. quedé plop con lo que leí (no vi el reportaje, pero sí leí en el periódico los derviados y sucedáneos). Por supuesto, la corruptela y su mano negra tampoco podía dejar inmune a un programa que por supuesto se instrumentaliza políticamente. Millones que fueron desviados, logros que fueron utilizados como campaña, sonrisas forzadas a través de -como tú bien dices- un asistencialismo exagerado e ineficaz. De verdad, lo lamento mucho por la promesa de gobiernos "socialistas" que traicionan las esperanzas de la gente. Cuánto costó recuperar la democracia y cuán estúpidamente comienza a farrearse!

 

At 6:53 p. m., Blogger vlv

...me encantó tu relato, sin embargo, me cuesta establecer un juicio al respecto...finalmente, el tema no se trata de culpas mas o culpas menos, a mi, el asunto me hace click en la hermosa posibilidad de hermanar mundos. Hay gente clase A, clase B y clase C...y muchas otras y creo que nadie puede negarlo...lo que es realmente valioso es el hacer el esfuerzo por obviar esta diferencia y compartir, en forma sincera, olvidando el hecho que uno está de visita en esta situación...comprometiendose sin que se declare...sosteniendo una amistad. A mi me pasa con una vieja amiga...quizas, en ese caso en particular, yo soy el puente...

 

At 8:23 a. m., Blogger Rodrigo Hidalgo

hola
me gustó tu texto. la honestidad. más allá de lo basura que es Lagos, más allá de la estafa, del robo, del descaro, más allá del deseperanzador estado de cosas que vivimos y que por suerte padecemos en un grado mínimo al lado de tantas otras personas, lo único que queda por decir, me parece, es que la realidad se impone. el profesor que sabe que no tiene ni puede enseñar el amor por la lectura no es el culpable. sabe que se enfrenta a cuarenta prospectos de delicuentes. que la educación pasa por la casa y por la calle y por la tele. yo te aplaudo chica, a tí y a todos los que como tú dan la cara, asumen esa odiosa labor. no andabai robándole a nadie. el famoso reportaje que desnudó el tongo del Puente dejaba como chaleco de mono a unos cuantos asistentes familiares. pero el conchesumare detrás de todo es Lagos, eso ya lo dije, pero me gusta reiterarlo. te pido permiso para mostrar tu texto a algunos amigos.
te saludo desde una posición acaso similiar.